¡¡¡Hola a todos!!! Ya estoy de vuelta de mis vacaciones. Las disfruté mucho mientras duraron, pero ... vuelve la rutina ... Intentaré llevarla con dignidad.
He pasado la mayor parte de los días en Volos, una ciudad de Grecia que no conocía y que me ha encantado. Os pongo el plano para que veáis su ubicación. Tiene montaña y mar. Como está enclavada en un golfo, sus aguas son muy tranquilas. Pero, además de todo eso, Volos es algo más. Se dice que, desde su puerto, salieron en el "Argos" Jasón y los Argonautas en busca del "Vellocino de Oro", lo que se convirtió en un viaje lleno de aventuras.
Pero repasemos ahora la historia de Jasón, de los Argonautas y de Medea.
Jasón (en griego antiguo, Ἰάσων) es un héroe de la mitología griega. Según las diferentes versiones, su madre fue Alcimede, hija de Fílaco, y de Esón, hijo de Creteo y rey de Yolco hasta que su medio hermano, Pelias, lo destronó.
Pelias, tío de Jasón, tras consultar sobre su futuro, fue advertido por el oráculo de que tuviera cuidado con un hombre calzado con una sola sandalia, porque pondría en peligro su trono.
Jasón fue educado por el centauro Quirón hasta que se convirtió en adulto. Cuando cumplió los veinte años, se dirigió a Yolco dispuesto a recuperar el trono que, por herencia, le pertenecía. Vestía de manera extraña, cubierto con una piel de pantera, con una lanza en cada mano y con el pie izquierdo descalzo, según algunos porque había perdido una sandalia cruzando un río y había ayudado a Hera a cruzarlo, representada como una anciana, y ésta más tarde se lo agradeció. Con esta indumentaria se presentó en la plaza pública de Yolco en el momento en que su tío Pelias se disponía a celebrar un sacrificio. Pelias no lo reconoció, pero sintió miedo por el extranjero descalzo. Jasón permaneció con su padre Esón cinco días y al sexto se presentó a Pelias y le reclamó el trono que legítimamente le pertenecía. Pelias decidió alejarlo de su tierra enviándolo a una difícil misión: viajar hasta la Cólquida (al pie del Cáucaso), y traer de allí el vellocino de oro, la piel de un carnero fabuloso que había salvado la vida a Frixo, antepasado de Pelias, y lo había trasladado a la Cólquida. Allí Frixo ofreció en sacrificio a Zeus este carnero y luego regaló la piel del animal, que era de oro, al rey Eetes. Éste lo consagró a Ares y lo depositó en un árbol custodiado por una serpiente que nunca dormía.
Jasón solicitó entonces la ayuda de Argos, hijo de Aréstor, y, por consejo de Atenea, construyó la nave Argo, que había de conducirle a la Cólquide, acompañado de un grupo de héroes griegos cuyo número oscila entre 45 y 69 según las diversas fuentes, que tomaron el nombre de Argonautas (marineros de Argo). Reunidos pues los Argonautas, se hicieron a la mar en dirección a la Cólquida.
No mucho después, llegaron a la isla de Lemnos, donde sólo habitaban mujeres. La reina, Hipsípila, que se enamoró de Jasón, le contó que las mujeres de la isla habían sido castigadas por la diosa Afrodita, al no rendirle culto, impregnándolas de un olor tan desagradable que los hombres las habían rechazado, uniéndose con mujeres de las islas vecinas. En venganza, las lemnias mataron a los hombres de la isla. Los Argonautas permanecieron en la isla un tiempo, se unieron amorosamente a ellas y luego se marcharon. Jasón tuvo dos hijos de Hipsípila como resultado de ello, llamados Euneo y Nebrófono.
Después de pasar por algunos países, llegaron a Salmideso, donde encontraron a Fineo, ciego y adivino, al que los Argonautas ayudaron a deshacerse de las Harpías, monstruos voladores con rostro de mujer, garras y alas, que, cumpliendo un castigo impuesto por los dioses, impedían que Fineo pudiera alimentarse.
Fineo, en agradecimiento, informó a los Argonautas sobre el camino a seguir hasta la Cólquida y además les dijo cómo podían superar el peligro que les esperaba al llegar a las Rocas Azules, dos enormes peñascos flotantes en continuo movimiento que chocaban entre sí aplastando a todos los que pretendían pasar entre ellas.
Superado este obstáculo, llegaron a la Cólquida. Jasón anunció a su rey, Eetes, su propósito. Éste le dijo que le dejaría llevarse el vellocino de oro si antes conseguía uncir a los dos toros que lo custodiaban, arar un campo con ellos, arrojar sobre los surcos unos dientes que había entregado Atenea al rey y luego vencer a la serpiente que nunca dormía y que permanecía al pie del árbol donde se hallaba el vellocino. Medea, la hija del rey Eetes, que era hechicera, se enamoró apasionadamente de Jasón y ayudó a éste a llevar a buen término su hazaña (previo compromiso de Jasón de llevarla consigo a Yolco), poniendo en práctica su brujería.
Dio a Jasón una pócima mágica para que no le hicieran daño los toros monstruosos. Habiendo conseguido uncir a los toros, lanzó los dientes sobre los surcos hechos en la tierra. De ellos brotaron cientos de hombres armados, llamados Espartos, que se lanzaron contra el héroe, pero éste, siguiendo las instrucciones de Medea, arrojó una piedra entre ellos y los ejércitos se enfrentaron entre sí. Luego, Medea provocó un terrible sueño a la serpiente, Jasón se apoderó de la preciada piel y huyó con sus hombres, con Medea y con el hermano de ésta, Apsirto, en su embarcación.
Los hombres de Eetes persiguieron a la nave y Medea mató a su hermano, que era un niño, lo despedazó y lo arrojó al mar. El rey Eetes recogió los restos de su hijo y perdió de vista a los Argonautas.
Durante el viaje de regreso, los Argonautas debieron sortear diversos peligros además de la persecución de los colcos: tempestades, el asedio de las Sirenas, el ataque de los monstruos Escila y Caribdis o el ataque del gigante Talos. Finalmente llegaron a Yolco. Allí Jasón entregó el vellocino a Pelias y tramó su muerte con ayuda de Medea. Ella convenció a las hijas de Pelias de que podría devolver la juventud a su padre si lo partieran en trozos y lo cocieran. Así lo hicieron y provocaron la muerte del rey. Acasto, hijo de Pelias, expulsó a Jasón y a Medea de Yolco.
Entonces Jasón y Medea huyeron a Corinto, donde vivieron felices durante diez años. Tuvieron dos hijos. Pero más tarde Jasón repudió a su mujer para casarse con Glauca, hija de Creonte, el rey de Corinto. Medea, para vengarse, acabó con la vida de Glauca y con la de los hijos que había tenido con Jasón, Mérmero y Feres. Esta historia dió lugar a la famosa tragedia llamada "Medea".
Espero os haya gustado la historia. Un poco larga, pero interesante. Se ha llevado varias veces al cine y a la televisión.
Bueno, y ahora unas recomendaciones lingüísticas:
- Palabras como ránking, cásting, márketing o cátering son híbridos inadecuados, pues presentan una grafía que no corresponde ni a los sustantivos en inglés, sin tilde, ni a las adaptaciones propuestas en español por la Academia, sin la ge final. En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «Del Potro retrocedió hasta el décimo puesto del ránking mundial», «Desde el inicio del cásting, los millones de seguidores siguieron de cerca qué actores podrían encarnar a los protagonistas», «El potencial del márketing está en el campo digital» o «Nadie del cátering quiso revelar qué manjares servirían». En estos casos, la Academia prefiere optar por equivalentes españoles, como (lista/tabla de) clasificación, (proceso de) selección o mercadotecnia/mercadeo, o por adaptaciones sin la ge final, como ranquin, castin, márquetin y cáterin, sin tilde las dos primeras y con tilde las dos últimas, conforme a las normas habituales de acentuación ortográfica. Si, pese a todo, se decide emplear las voces inglesas, lo apropiado es respetar su grafía originaria, sin tilde, y escribirlas en cursiva: ranking, casting, marketing y catering. Así pues, en los ejemplos anteriores, lo apropiado habría sido escribir «… décimo puesto del ranquin/del ranking/ de la tabla clasificatoria mundial», «Desde el inicio del castin/delcasting/del proceso de selección…», «El potencial del mercadeo/márquetin/delmarketing/de la mercadotecnia…» y «Nadie del cáterin/catering…».
- Choque, impresión, conmoción, sorpresa o impacto son alternativas en español a la voz inglesa shock. En los medios de comunicación se puede comprobar que el uso del término inglés shock está muy extendido: «El Gobierno pareció quedar en estado de shock a raíz de la dimensión del impacto de las noticias» o «Barroso prevé un shock económico en Chipre». Según el Diccionario panhispánico de dudas, esta palabra puede sustituirse por los términos españoles choque, impresión, conmoción, sorpresa o impacto, de modo que es innecesario el uso del anglicismo. Por tanto, en los ejemplos anteriores habría sido recomendable escribir «El Gobierno pareció quedar conmocionado a raíz de la dimensión del impacto de las noticias», «Barroso prevé un choque económico en Chipre». También tiene cierto uso el verbo shockear y más en concreto su participio shockeado, forma igualmente impropia que se puede remplazar sin problemas por impresionado, conmocionado, sorprendido, desconcertado o impactado, o bien por adjetivos como atónito o estupefacto. Así, habría sido mejor «Se quedó estupefacto por el asesinato» que «Se quedó shockeado por el asesinato».
- La expresión a bordo, que significa ‘en una embarcación u otro vehículo’, se escribe en dos palabras, mientras que el sustantivo abordo, sinónimo de abordaje, se escribe en una sola. Sin embargo, no es infrecuente ver la locución a bordo en una sola palabra: «Abordo de este barco se encuentran médicos de distintas nacionalidades» o «Según los primeros informes, la maleta con el dinero había llegado de Honduras el pasado 29 de julio abordo de un vuelo de una compañía privada». El mismo error se comete en la expresión segundo de a bordo, usada para referirse a quien ocupa el segundo lugar en una cadena de mando: «Alfonso Bataller se estrena en la política municipal esta legislatura y apenas lleva mes y medio como segundo de abordo en el consistorio castellonense». Según el Diccionario panhispánico de dudas, lo adecuado es escribir en dos palabras esta locución, que significa ‘al o en el interior de una nave o, por extensión, de un medio de transporte’. Se aconseja no confundirla, por tanto, con el sustantivo abordo, sinónimo de abordaje y menos frecuente en el uso: «El abordo de los piratas se produjo en las costas de Somalia». Así, en los ejemplos anteriormente citados lo apropiado habría sido escribir «A bordo de este barco se encuentran médicos de distintas nacionalidades», «Según los primeros informes, la maleta con el dinero había llegado de Honduras el pasado 29 de julio a bordo de un vuelo de una compañía privada» y «Alfonso Bataller se estrena en la política municipal esta legislatura y apenas lleva mes y medio como segundo de a bordo en el consistorio castellonense».
Y ya me despido hasta el lunes. Hoy no hemos tenido frase, pero ya recuperaremos ... Espero que paséis un fin de semana estupendo y que disfrutéis lo máximo que podías. Nos vemos ... en dos dias ... Yo ya estaré trabajando (snifff).
Interesante como siempre guapa, saludos!
ResponderEliminarGracias!!!
EliminarMuuuuy interesante! La mitología griega me fascina; la historia de Jasón me recordado bastante a la de Odiseo ( o Ulises) y su periplo hasta llegar de vuelta a su Ítaca para recontrarse con su mujer y su hijo. Bss, Marisa:)
ResponderEliminarSeguro que lo has pasado genial en las vacaciones, bienvenida!
Gracias, Pilar. Me alegra que te haya interesado!!!
EliminarCaray sister, has vuelto con mucha fuerza!!!!!!
ResponderEliminarMil besos!!
Es que he descansado mucho!!!
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